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Brackets metálicos: ¿cuáles son sus ventajas e inconvenientes?

Ortodoncia con brackets metálicos

Si estás pensando en ponerte ortodoncia y dudas entre varias opciones, este artículo te va a interesar, ya que nos vamos a centrar en los brackets metálicos. Aunque han sido algo desplazados por la ortodoncia invisible, siguen siendo una apuesta sólida en términos de eficacia, precio y resistencia. En los siguientes apartados te vamos a explicar en detalle cómo funcionan, qué tipos hay y cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes.

Contenido

Puntos clave

  • Por lo general, los brackets metálicos son la opción más económica para alinear los dientes.
  • Podemos distinguir dos tipos: convencionales y autoligables.
  • Los brackets metálicos requieren unos cuidados relativamente sencillos: higiene rigurosa, ciertas precauciones al comer y revisiones periódicas.
  • Los tratamientos suelen durar entre 12 y 24 meses, aunque los casos muy complejos pueden extenderse hasta los 36 meses.

¿Qué son los brackets metálicos?

Los brackets metálicos son unas pequeñas piezas de metal (habitualmente acero inoxidable) que se adhieren a la superficie de los dientes y, utilizados junto a un arco, ejercen unas fuerzas suaves y constantes para moverlos.

Este sistema de ortodoncia se compone de los siguientes elementos:

  • Bracket: pequeña pieza metálica que se cementa a los dientes.
  • Arco: alambre que une todos los brackets y guía el movimiento. Transmite fuerzas controladas a los dientes a través de los brackets.
  • Ligadura: pieza intermedia que sujeta el arco al bracket. Puede ser elástica o metálica.
  • Elementos auxiliares, como elásticos intermaxilares, para favorecer la corrección de las maloclusiones.

Tipos de brackets metálicos

Para ayudarte en tu elección, te vamos a hablar de los dos principales tipos de brackets metálicos que hay: convencionales y autoligables.

Brackets metálicos convencionales

Son los que más tiempo se llevan utilizando y, por lo general, los brackets metálicos más económicos. Usan ligaduras (elásticas o metálicas) para fijar el arco a cada bracket.

Brackets metálicos autoligables

No necesitan ligaduras, ya que incorporan un clip o tapa que conecta directamente el bracket con el arco. Al no contar con elementos intermedios, facilitan la higiene y permiten realizar movimientos más efectivos, lo que en algunas ocasiones reduce la duración de los tratamientos. Debido a estos beneficios, su coste suele ser algo mayor.

Fases del tratamiento con brackets metálicos

El proceso transcurre en varias etapas muy diferenciadas, lo que permite controlar los movimientos y evaluar los avances en las revisiones.

1- Alineación y nivelación

El objetivo principal de esta fase es enderezar y colocar todos los dientes en un mismo plano. Para ello, se usan arcos iniciales más flexibles que generan fuerzas ligeras y constantes para actuar sobre los dientes rotados o apiñados y nivelar alturas.

En esta primera fase se notan los cambios más visibles: colmillos que “bajan” a su lugar, dientes torcidos que se alinean, un arco de sonrisa más homogéneo, etc.

2- Corrección de la mordida

A continuación, es momento de corregir la mordida. En esta fase, hay que cerrar los espacios, ajustar la relación entre molares y caninos y mejorar el encaje de las arcadas superior e inferior, lo que se puede hacer con elásticos intermaxilares. En esta etapa, el objetivo es que mordida y estética vayan de la mano.

3- Ajustes finos y acabados

Tras las correcciones más severas, es el momento de los detalles. En esta fase hay que realizar los últimos ajustes de desrotación, inclinación y torque para perfeccionar los contactos y puntos de apoyo entre dientes.

A veces, en esta etapa es necesario hacer algunas modificaciones en el tratamiento, como recementar brackets o variar el grosor de los arcos.

4- Retención

Una vez conseguidos los objetivos planificados, se retiran los brackets metálicos y se pasa a la siguiente fase: la retención. Es decir, es momento de mantener lo conseguido. Tras la retirada de la ortodoncia se indican los retenedores que debe llevar el paciente (fijos, removibles o ambos).

Aunque haya terminado el tratamiento, no se debe descuidar esta etapa: es clave para que los dientes no vuelvan a su posición anterior.

Tras retirar los brackets metálicos, te explicaremos los tiempos de uso de los retenedores, las revisiones a las que deberás acudir y los cuidados que tienes que seguir. Recuerda que la estabilidad a largo plazo de los resultados depende en gran parte de esta fase.

Ventajas y desventajas de los brackets metálicos

Para seguir ayudándote a decidir si los brackets metálicos son para ti, te explicamos los pros y contras del tratamiento.

Ventajas

Los principales beneficios son los siguientes:

  • Eficacia contrastada: llevan utilizándose con éxito varias décadas. Funcionan muy bien en casos sencillos y complejos.
  • Resistencia y durabilidad: el metal es más resistente a los golpes o la masticación, respecto a otros materiales, como el cristal de zafiro.
  • Precio competitivo: suelen ser el tratamiento de ortodoncia más económico.
  • Versatilidad clínica: permiten corregir diversas alteraciones relacionadas con el alineamiento y la mordida de los dientes (apiñamiento, sobremordida, mordida abierta, mordida cruzada…).
  • Adherencia continua: trabajan 24/7 sin que tengas que estar pendiente de ponértelos o quitártelos, como ocurre con los alineadores transparentes.

Desventajas

Los principales inconvenientes son los siguientes:

  • Estética más deficiente: al ser metálicos, este tipo de brackets resultan muy visibles.
  • Molestias iniciales: los primeros días pueden rozar y se pueden sentir molestias y presión. No obstante, estas molestias suelen ir desapareciendo a medida que el paciente se acostumbra al tratamiento, así como con el uso de cera de ortodoncia.
  • Higiene exigente: dado que permanece fijo al diente, el aparato tiende a acumular restos de alimentos y placa bacteriana. Para evitarlo, es fundamental tener una rutina de higiene muy cuidadosa.
  • Restricciones alimentarias: hay que evitar los alimentos muy duros o pegajosos, ya que pueden dañar o despegar los brackets.

¿Cuánto tiempo hay que llevar los brackets metálicos?

La duración depende del tipo de maloclusión y de su gravedad, de la respuesta biológica al tratamiento y del nivel de colaboración del paciente (higiene, asistencia a revisiones, uso de elásticos…). La mayoría de los tratamientos con brackets metálicos duran entre 12 y 24 meses, pero algunos casos requieren más o menos tiempo.

  • Casos leves: entre seis y 12 meses.
  • Casos moderados: entre 12 y 18 meses.
  • Casos complejos: entre 18 y 24 meses. En casos concretos muy complejos el tratamiento podría alargarse hasta los 36 meses.

Mucho más importante que el tiempo de tratamiento es el plan individualizado que trazamos al inicio. En Smysecret hacemos un estudio muy completo, que incluye fotografías, radiografías y modelos físicos o digitales de la boca para darte una estimación realista. Además, con una buena colaboración y evitando urgencias por roturas es más fácil que el tratamiento avance al ritmo previsto.

En resumen: si buscas una opción fiable, resistente y relativamente económica, los brackets metálicos pueden ser un gran acierto. Tienen puntos a considerar -escasa estética y necesidad de higiene rigurosa-, pero con un buen ortodoncista y tus cuidados, los resultados pueden ser muy satisfactorios.

En Smysecret, con la experiencia de nuestros ortodoncistas y el respaldo de más de 400 clínicas Vitaldent en España, te lo ponemos fácil: diagnóstico claro, plan personalizado y seguimiento cercano. ¿Lo vemos juntos? Llámanos y solicita tu primera consulta sin coste.

 

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Meta description: ¿Dudas con los brackets metálicos? Te contamos cómo funcionan, pros, contras y tiempos habituales de tratamiento.

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Silvia Canals

Silvia Canals

Número de colegiado: 28013850.

Silvia Canals es coordinadora médica del área de Ortodoncia de Donte Group. Se graduó en Odontología por la Universidad CEU San Pablo, donde también cursó el Máster en Ortodoncia y Ortopedia Dentomaxilar, y completó además un Máster en Ciencias Odontológicas en la Universidad Complutense de Madrid. Destaca por su experiencia en tratamientos con alineadores transparentes y brackets; en ortopedia y ortodoncia en pacientes en crecimiento —con aparatos funcionales como Twin-Block o Herbst—; y en el manejo de casos complejos con microtornillos.

Formación

  • Grado en Odontología, Universidad CEU San Pablo (2011–2016)
  • Máster en Ciencias Odontológicas, Universidad Complutense de Madrid (2016–2017)
  • Experto en Clínica Periodontal, Universidad Complutense de Madrid (2016–2017)
  • Máster en Ortodoncia y Ortopedia Dentomaxilar, Universidad CEU San Pablo (2017–2020)
  • Máster en Ortodoncia Plástica, Vela Orthodontic Mentoring (2022)

Otros cursos y certificaciones

  • Certificación oficial Invisalign
  • Certificación oficial Angel Aligner
  • Certificación oficial Geniova

Sociedades científicas

  • Miembro afiliado de la SEDO (Sociedad Española de Ortodoncia)

Publicaciones y actividad científica

  • Artículo de investigación: “Polylactic acid as a material for 3D-printing provisional restorations”, The International Journal of Prosthodontics
  • Coautora: “Estudio in vitro de coronas provisionales de ácido poliláctico (PLA) confeccionadas mediante impresoras 3D”, VI Congreso Nacional SOCE (Sevilla)

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